Como administradores de fincas, sabemos lo importante que es mantener un edificio en óptimas condiciones. Sin embargo, a lo largo de la vida de una comunidad de vecinos surgen imprevistos y gastos extraordinarios que pueden requerir una derrama.
¿Qué es una derrama?
Una derrama es una aportación económica extraordinaria que deben realizar todos los propietarios de una comunidad de vecinos para sufragar gastos no previstos en el presupuesto anual. Estos gastos pueden ser de diversa índole, desde reparaciones urgentes en el edificio hasta mejoras en las instalaciones comunes.
¿Por qué puede ser necesaria una derrama?
Existen múltiples razones por las que puede ser necesaria una derrama en una comunidad de vecinos:
- Reparaciones urgentes: Averías en ascensores, goteras, incendios, etc., son situaciones que requieren una intervención inmediata y, por tanto, un desembolso económico extra.
- Obras de mejora: La sustitución de las instalaciones comunes, como la calefacción o la fontanería, o la realización de obras de rehabilitación para mejorar la eficiencia energética del edificio, suelen requerir una derrama.
- Imprevistos legales: Sentencias judiciales, multas o indemnizaciones pueden generar gastos extraordinarios para la comunidad.
- Gastos derivados de la pandemia: La situación sanitaria ha generado nuevos gastos en las comunidades, como la desinfección de zonas comunes o la adquisición de material de protección individual.
¿Cómo se reparte una derrama?
La forma en que se reparte una derrama viene determinada por la Ley de Propiedad Horizontal y por los estatutos de la comunidad. Por lo general, la derrama se reparte de forma proporcional al valor de cada vivienda, es decir, los propietarios de viviendas más grandes deberán aportar una cantidad mayor.
Opciones de reparto:
- Por cuota de participación: Es el método más común. Cada propietario aporta una cantidad proporcional a su cuota de participación en los gastos comunes.
- Por superficie construida: Se calcula en función de los metros cuadrados útiles de cada vivienda.
- Por elementos comunes disfrutados: Se tiene en cuenta el uso que cada propietario hace de los elementos comunes, como plazas de garaje o trasteros.
- Reparto igualitario entre todos los propietarios, independientemente de su cuota de participación.
¿Cómo evitar sorpresas desagradables?
Para evitar sorpresas desagradables, es fundamental contar con un fondo de reserva adecuado. Este fondo se alimenta con una parte de los gastos comunes y se utiliza para hacer frente a imprevistos. Además, es recomendable realizar revisiones periódicas del estado del edificio y elaborar un plan de mantenimiento preventivo.
En nuestra empresa de administración de fincas te asesoramos en todo el proceso.
Desde la gestión de la derrama hasta la comunicación con los vecinos, nuestro equipo de profesionales te acompañará en cada paso. Te ayudaremos a calcular el importe de la derrama, a elegir la forma de reparto más adecuada y a informar a todos los propietarios de forma transparente.
No dudes en consultarnos si tienes alguna duda.
En Pérez Cobo Administrador estamos comprometidos con la buena gestión de tu comunidad de vecinos.